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Vidente de Fátima, niño inocente y sencillo, cuyo mérito singular fue, en compañía de su hermana Jacinta y de su prima Lucía, ser portadores del cautivador mensaje de la Virgen María.
Su tierna historia de piedad, de sencillez, de amor al Rosario y de humildad, quedará siempre unida al mensaje y al acontecimiento que originó el santuario.
Con todo, Francisco, de natural bondadoso, sereno y alegre, podrá ser siempre presentado como niño modelo y, desde el 13 de Mayo del año 2000, como protector celeste, al haber sido Beatificado por Juan Pablo II junto con Jacinta.
Es de los pocos niños que, como es natural, han sido beatificados por la Iglesia, fuera de los que murieron mártires. (Ver Fátima)
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